miércoles, 24 de junio de 2015

LA CRISIS GRIEGA. " Tsipras afronta ahora la batalla en Grecia contra sus reformas"

El ala dura de Syriza carga contra el carácter «extremo y antisocial» de las medidas

El Gobierno advierte de que sin el apoyo del Parlamento, convocará elecciones

 
 
 
 
 
«Un buen punto de partida». Con estas palabras calificó ayer la cancillera alemana, Angela Merkel, la última propuesta de Grecia. Pero si los acreedores internacionales de Grecia han suavizado el gesto, al Ejecutivo griego se le abre la batalla en casa, con el ala dura de Syriza en pie de guerra. El primer ministro, Alexis Tsipras, se enfrenta ahora a la tarea de presentar su plan de reformas bajo una luz positiva, marcando la distancia que lo separa de las exigencias de sus socios. Así, fuentes del Gobierno subrayaban ayer que la carga se distribuye «de manera justa», sin caer sobre las espaldas de los asalariados y jubilados más pobres. Además, las medidas incluirían proyectos de financiación para el desarrollo y el objetivo para el superávit primario es «bajo»: un 1% para el 2015, comparado con el 3% prometido por el anterior Gobierno.
El anuncio de estas medidas de ahorro, por valor de 8.000 millones de euros, ha desencadenado una avalancha de recriminaciones contra Tsipras. Los jubilados se libran del recorte de sus pensiones, pero a cambio aumentarán sus contribuciones con las que se financia la atención sanitaria. La carga fiscal de las empresas e impuestos como el IVA experimentarían también subidas significativas. Así, en sectores como la restauración, este último tributo aumentaría 10 puntos, hasta el 23%, lo que, según ha manifestado ya el presidente de la Asociación de Cadenas de Restauración, supondrá el «beso de la muerte» para el ramo.

 

LOS ATAQUES

Algunos de los ataques más virulentos, sin embargo, proceden del propio seno de la coalición. El vicepresidente del Parlamento, Alexis Mitrópulos, advirtió de que el grupo parlamentario de Syriza y su socio menor, Griegos Independientes, no podrá dar el visto bueno a las medidas, dado su carácter «extremo y antisocial». Otros diputados, como Yannis Mijeloyanakis, también rechazaron de plano esta última propuesta. En una intervención televisiva, vaticinó que no sería el único en negar su apoyo a un plan que es «peor que el primer rescate» y pidió al Gobierno que «diga no» a semejante acuerdo. Además, altos cargos de Plataforma Izquierdista -el ala más radical dentro de Syriza- solicitaron una reunión de emergencia del secretariado politico del partido.
También Griegos Independientes se ha convertido en una fuente de preocupación para Tsipras. El partido ultranacionalista se mantiene de momento fiel a su compromiso de no entorpecer la acción del Gobierno en el que participa. No obstante, el presidente de la formación, Panos Kammenos, ha reiterado en los últimos días su oposición a la subida del IVA en las islas turísticas, negándose a apoyar un acuerdo que no incluya un compromiso claro de los acreedores para reestructurar la deuda.
 
 
 
 
 
 
 
 

RESIGNACIÓN

«No creo que haya una ruptura interna. Ahora hacen mucho ruido pero acabarán por ponerse de acuerdo», opina Dimitris, dueño de una pastelería. Seguidor de Tsipras, está dispuesto a digerir las nuevas medidas en favor de un acuerdo, que considera muy próximo. «La reforma del IVA sería muy dura para nosotros, pero debemos tener paciencia porque son momentos difíciles», dice con resignación.
Aunque alguno de los 162 diputados que suma el Gobierno vote en contra del acuerdo, este podría salir adelante fácilmente con el respaldo que los partidos de la oposición han ofrecido para evitar «lo peor». Pero Tsipras no está dispuesto a tolerar deserciones. Ayer, el portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, reconocía que entre las nuevas propuestas y el programa de Syriza hay «distancia». «Son medidas difíciles que no tomaríamos bajo ninguna otra circunstancia», confesó, apelando a los diputados a «asumir sus responsabilidades». Sin su apoyo, el Ejecutivo se vería forzado a convocar elecciones anticipadas. «La única salida serían las urnas y el voto del pueblo», terció.
 
El Periodico

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