Vivimos en una situación excepcional, de extraordinaria gravedad.
Granados como Bárcenas, la Púnica como Gürtel.
Son diferentes caminos con un mismo destino: la financiación irregular del Partido Popular.
Lo más indignante es asistir al silencio cómplice de Rajoy. Un silencio que es una auténtica confesión.
Frente a los que no hacen nada contra la corrupción: tolerancia cero.
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