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| Sr. Santisteve Alcalde de Zaragoza |
Señor alcalde de Zaragoza: Leo hastiada la última crónica sobre si los concejales podrán asistir o no a actos religiosos representando a su cargo. Mire, señor Santisteve, a mí eso me da igual. En serio. Es que ya no tengo ni opinión. Pero me parece que estamos dilapidando la paciencia de la ciudadanía. Le están llevando a usted a una guerra de desgaste con temas que no tienen ningún calado. Como este, o como el del nombre del Pabellón Príncipe Felipe. Y usted está entrando al trapo de cabeza. Y lo más gordo es que no sé si le están llevando los suyos o los del partido opositor. Me da la sensación de que usted mismo no se ha hecho a la idea de que es el alcalde de toda la ciudad y de todos los ciudadanos. Sí, hasta de los que le son abiertamente hostiles. Hay concejales que parecen tener más autoridad y presencia pública que usted. La grey se le desmanda, y hasta sus votantes empiezan a hartarse de ocurrencias. Y mire, nadie duda de su honradez pública y profesional. De sus ideales. Pero en la guerra, como en la guerra. No puede usted gobernar esta ciudad sin dar algún que otro golpe sobre la mesa. La política tiene sus reglas, y usted está vendido porque además, quienes le apoyaron están resultando ser sus peores enemigos. Así que coja la vara de mando y empiece a gobernar para que los ciudadanos vivan mejor, como dijo en su programa. Que le guíe su honestidad, y no los que le están liando con tontadas. Desde dentro y desde fuera de la casa consistorial. Porque cuatro años pasan enseguida, y eso, si llegamos.
El Periódico de Aragón.
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