Cándido Marquesán 05/09/2015
Llegada de refugiados |
Estos días veraniegos estamos contemplando unas imágenes extremadamente duras y que sobrecogen a toda persona de bien. La llegada a Europa a través del corredor de los Balcanes –¡cuánta istoria y en gran parte traumática ha acontecido en esta zona!– de millares y millares de refugiados de todas las edades, con predominio de gente joven con muchos niños, procedentes de países como Afganistán, Irak, Siria, Libia, inmersos en dramáticas e interminables guerras, de las que los europeos somos en buena parte responsables. Al respecto, cabe recordar la foto de las Azores, que el ínclito Aznar pensó que sería histórica como la que posaron en la Conferencia de Yalta al final de la II Guerra Mundial Josep Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt. Las imágenes recuerdan por su dramatismo y su carga humana la apresurada salida de la Cataluña, recién conquistada por las tropas fascistas, hacia la frontera de Francia, salpicada de lluvia y frío, y con continuos y terribles bombardeos, de millares de españoles al final de nuestra guerra incivil. A los refugiados amontonados a través del corredor de los Balcanes, cabe añadir los miles... que tratan de cruzar desde el norte de África el Mediterráneo –un auténtico cementerio–, los que esperan en la isla griega de Kos, masas de inmigrantes en Calais. Además, la mayoría de ellos víctimas de mafias inmundas.
Agencia Europea del Refugiado |
La gran mayoría de los que llegan son refugiados, lo que no quita que también vengan emigrantes. De una manera torticera, se entremezclan con finalidades de réditos electorales inmigración con refugiados. Mas hay que hablar con propiedad. Insisto, la gran mayoría de los que llegan de los países comentados son refugiados, tal como se especifica claramente en la Declaración de Cartagena de 1984 «refugiados son las personas que han huido de sus países porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público».
Miles de personas piden por los refugiados en el Santuario de Torreciudad |
Al refugiado político se le debe garantizar el ejercicio de sus libertades democráticas para acceder a los derechos fundamentales. No solo asilo. Los Estados no deben desatenderse de sus condiciones materiales. Tienen que acceder a bienes esenciales como la instrucción, el trabajo, la salud, que son precondiciones para el ejercicio de las libertades democráticas, tal como aparece en la Ley 12/2009, de 30 de octubre, reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria, como desarrollo del art. 13 de nuestra Carta Magna.
El Periódico de Aragón
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