sábado, 21 de noviembre de 2015

Indivisible

Necesitamos una aproximación enteramente nueva a la seguridad, tanto exterior como interior. Y solo puede ser a escala europea.
 

Siendo invisible
 
La seguridad es indivisible, escuchamos estos días. ¿Qué quiere decir esto? Que no podemos estar seguros si los demás alrededor nuestro no lo están. Mientras los franceses no estén seguros, los españoles tampoco lo estaremos. Y mientras los sirios, kurdos, turcos, libaneses o yazidíes (por mencionar algunas de las víctimas más recientes de la barbarie del autodenominado Estado Islámico) no lo estén, los europeos tampoco lo estaremos.
 
Nuestra seguridad es tanto una malla que une los diferentes puntos de una red como una cadena formada por eslabones que se van entrelazando desde nuestro entorno más inmediato hasta el exterior. Todos los nodos de esa red, estén en Bruselas, París o Madrid, y todos los eslabones de esa cadena, desde España hasta Siria e Irak, pasando por Turquía, son esenciales: si uno falla, la red se deshace y la cadena se rompe. Por desgracia, esa es la fotografía que estamos viendo emerger de los ataques en París, con varios de los autores y organizadores moviéndose con toda comodidad durante todo el año entre Bélgica, Francia y Siria con el fin de organizar estos y otros atentados pese a tenerse constancia, incluso pública, vía las redes sociales, de su afiliación yihadista.
 
Después de los ataques del 11-S contra las Torres Gemelas, el Congreso estadounidense encargó a un prestigioso académico y diplomático, Philip Zelikov, la elaboración de un informe en el que se examinaran los eventuales fallos de seguridad previos a los ataques. Apoyado por un nutrido grupo de trabajo, Zelikov despachó un informe de 585 páginas en el que dio cuenta exhaustiva de los importantes fallos de coordinación entre agencias que impidieron evitar los atentados del 11-S. La sacudida provocada por ese informe desencadenó un profundo cambio en la manera de trabajar y de cooperar en materia antiterrorista. Vistos los fallos y agujeros de seguridad habidos en este caso es evidente que si queremos evitar que los yihadistas se lleven por delante esa gran conquista que es la libre circulación de personas dentro de las fronteras europeas, necesitamos una aproximación enteramente nueva a la seguridad, tanto exterior como interior. Y solo puede ser a escala europea, es decir, indivisible. O no será.
 
@jitorreblanca

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