lunes, 9 de noviembre de 2015

Usted sostiene la pirámide

VUELO SIN MOTOR



El amigo Félix Teira.
 
Usted, yo y cualquier hijo de vecino soportamos sobre nuestras espaldas seis niveles de administración. Creo que no todos son necesarios, se solapan y la superposición los convierte en ineficientes. Para ganar expresividad y comprensión lo invito a dibujar el esquema. Tome un folio, colóquelo en vertical y garabatee en la parte inferior un ciudadano. Si vive en un municipio exigirá servicio de agua, alcantarillado, recogida de basuras, zonas de ampliación urbana (que no estén en el quinto pino, por aquello del tejido ciudadano y la agilidad del transporte), espacios verdes... Esta gestión es imprescindible, con visualización directa de los servicios recibidos (y pagados) y con incidencia radical en la calidad de vida. Así pues, dibuje el gran bloque de Administración Local sobre los hombros de la silueta. Seguimos. Alguien decidió trocear Aragón en un mosaico de Comarcas que dirigen la promoción del turismo, los residuos urbanos y el patrimonio cultural; a veces, en este Aragón despoblado, extenso erial diría Labordeta, se tienen que unir esfuerzos para lograr servicios. Dibuje el segundo bloque de la Administración Comarcal, usted decide el tamaño, sobre la anterior. Los pequeños ayuntamientos requieren asistencia técnica y una dotación provincial contra incendios; se crearon Diputaciones Provinciales para tales menesteres. Ponga un tercera losa sobre los hercúleos hombros de su hombrecito. Descentralizamos España en 17 Comunidades (¿16,52 según la mala baba de los que pierden en votos?) para atender, con la eficacia que procura la cercanía, las demandas de educación, sanidad, medio ambiente, cultura... Para nuestro boceto, apile la Administración de la Comunidad sobre los anteriores. Queda menos, no desfallezca. Un Estado exige un Gobierno, un Congreso... No sé si un Senado; los grandes futbolistas se jubilan en Qatar, aquí a los políticos los hacemos senadores por los servicios prestados. En cualquier caso la Administración del Estado orienta el rumbo, define las políticas económicas y sociales y es inexcusable. Coloque el quinto sillar. ¿Cómo que ya no le queda folio? Formamos parte de la Unión Europea, que ahora con los egoísmos nacionalistas tiene poco fuelle, pero es una idea de futuro. Dibuje la cúspide de la pirámide donde le quepa.
 
Cada una de estas administraciones tiene sedes y funcionarios. Además de concejales, consejeros comarcales, presidentes, diputados provinciales, autonómicos, diputados del congreso, europeos... En torno hay una nube de asesores, delegados, presidentes de comisiones, chóferes, promotores de cultura, consultores, directores de área, jefes de servicio... La mayor parte de los adláteres poseen carné del partido que sea o son familiares de segundo grado de los primeros. Engrasan las bases del partido, preparan el aperitivo cuando viene el jefe y se les premia con la pedrea.
 
Comprendo la complejidad de la Administración. Pero con la tecnificación actual es posible la eficiencia, la supresión de duplicidades y la administración competente de lo público. Al ciudadano del dibujo no le importa pagar impuestos cuando recibe atenciones y resultados. Pero se irrita con la desorganización, el despilfarro y la ineptitud. Alguien tendrá que reformar el desbarajuste.
 
Escritor

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