jueves, 24 de diciembre de 2015

POLÍTICAMENTE INCORRECTA

A GALOPAR
 
Lola Ester
La soberana voz del pueblo español ha dejado el escenario político como un carajal. Ni a izquierda y derecha ni arriba abajo ni con nuevos y viejos salen las cuentas para garantizar una gobernanza que cubra el expediente, porque hasta para salir del paso haría falta arrastrar algún que otro cadáver político. Hasta ahora solo hemos visto cómo desde cada partido se lanzan consignas sobre cómo deben comportarse los otros, en una especie de competición estadista para tomar posiciones por si a la vuelta de un par de meses se convocan nuevas elecciones. Algunas ocurrencias son de traca, como la que ha tenido Podemos al sugerir que gobierne un independiente, alguien que pase por ahí, para que resuelva el entuerto. La verdad es que este partido me tiene absolutamente descolocada porque han pasado de despreciar, y hasta mancillar, el mayor ejemplo de capacidad y generosidad política que fue la Transición, a sugerir un pacto para poner nuestro futuro en manos de un desideologizado designado a dedo dada la incapacidad de los partidos políticos. Descolocada y desconcertada, porque lo último que me podía esperar de los de la nueva política es que celebraran el triunfo electoral con Quilapayún y Paco Ibáñez. "A galopar, a galopar, el pueblo unido jamás será vencido", cantaban los fieles podemistas mientras los teóricos del partido estudiaban tirar la toalla ante la imposibilidad de pactar con nadie imponiendo referéndums de autodeterminación. A mí que no me entierren, y menos en el mar...
 
Lola Ester
Periodista

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