Memoria iletrada

No quiero pensar lo que diría Celia Mayer si hubiera una propuesta para poner una calle a los que ajusticiaron a Muñoz Seca.

 

 

Jorge M. Reverte

 

 

Ya es mala suerte que hayamos pasado 40 años sin Franco para encontrarnos con que no hemos resuelto alguna de las cosas que estaban pendientes desde la muerte del sanguinario dictador. Cuarenta años que nos dan hoy como resultado de muchos estudios e investigaciones que Andrés Trapiello no vale para estar en una comisión sobre Memoria Histórica (hoy lo escribimos con mayúsculas), porque le ha propuesto Ciudadanos.

 

Lo de José Álvarez Junco quizá es más grave. José piensa que un concepto como Memoria Histórica es, como poco, algo inestable. Por aquello de que la historia no dice siempre lo que quiere la memoria (la frase es de Santos Juliá).

 

Celia Mayer pertenece al colectivo Ganemos Madrid, que tuvo un importante papel en que Manuela Carmena fuera alcaldesa de Madrid. Algunos disparates de la gente de su cuerda llevaron a que se constituyera una comisión en la que están Trapiello y Álvarez Junco. Entre esos disparates estuvo el de quitar una placa recordando el injusto fusilamiento de unos jóvenes carmelitas.

 

Si Celia Mayer y su gente hubieran leído algún libro de Andrés Trapiello y de José Álvarez Junco, seguramente su criterio sobre la historia y la vida sería distinto. Más justo, más enterado y más cercano a la verdad que a la ideología pura. No conozco a los demás integrantes de la comisión criticada por Mayer y compañía. Pero me basta con las críticas hechas a esas dos personas de bien para hacerme una opinión sobre las razones de su rechazo.

 

Hay inquina en la regañina a Carmena. Y hay unas dosis de analfabetismo excesivas. Podían haber sido más modestos en sus objetivos y haberse cargado del callejero a Carlos Maurrás, que nos lo habría agradecido Francia, Juan Pujol y Sancho Dávila. Los vecinos afectados estarían felices.

 

Yo no quiero pensar lo que diría Celia Mayer si hubiera una propuesta para poner una calle a los que ajusticiaron a Muñoz Seca. O, para no ser rencoroso, a los que tienen en prisión ahora a Leopoldo López. ¡Algo habrá hecho!

 

Mientras tanto, podemos dar aliento al trabajo de Trapiello y Álvarez Junco. Ojalá todas las comisiones del Ayuntamiento estuvieran montadas con gente de este nivel.

 

El País