La concepción sociopolítica de Thomas Hobbes, se fundamenta en que el hombre no es social por naturaleza. Más que asociarse, los hombres tienden a soportarse mutuamente, el hombre se constituye como enemigo del hombre, estableciéndose así la guerra de todos contra todos, generadora de una inseguridad total por la carencia de todo orden tanto jurídico como político.
Necesariamente se impone poner coto a tal desorden mediante un pacto social que se celebra entre los mismos hombres o entre estos y el Estado que no existe todavía. El Estado es una creación humana, nacida del pacto social, por lo que, no tiene un origen natural sino artificial y, aún más, por exigencias de necesidad y subsistencia para garantía principalmente de las vidas humanas, de sus propiedades y del orden social.
Grocio llamo el LEVIATAN, nombre bíblico o monstruo mortal, representado por un gigante formado por miles de seres humanos cuya mano derecha esgrime una espada y su izquierda un báculo, teniendo bajo sus pies una ciudad y coronando su cabeza la alusión "no existe poder sobre la tierra que pueda compararse al suyo". Por lo tanto, hacia el exterior, no ayudemos a propiciar esta figura bíblica tan nefasta para los intereses del bien común y posibilitemos por exigencias de necesidad esa construcción artificial que nos han encomendado los ciudadanos para garantizar la subsistencia de ellos y no olvidar que la prioridad de todos tiene que ser la formación de un Gobierno que aborde los problemas largamente aplazados. Sin " ambigüedades " ni "equívocos " para poner fin al bloqueo político sufrido por este país a lo largo de los últimos diez meses.
Somos una víctima de nuestro propio éxito. Cumplimos, sobradamente, nuestro objetivo histórico: el estado del bienestar, las pensiones, la educación universal, un sistema de sanidad gratuita.... ¡ Hicimos ! . Pero eran retos del siglo XX, ahora toca afrontar nuevos desafíos que acaben con las preocupaciones que nos acucian constantemente y reflexionar con atención, respeto y cuidado hacia los simpatizantes no militantes y votantes que están sufriendo una gran decepción por lo acontecido. No podemos trasladar una sensación de que sólo se lucha por el poder, por mantenerse, olvidándose de los que realmente son sus destinatarios: los ciudadanos. La cuestión de quien mande en el PSOE debería ser irrelevante.
Desde nuestro interior, o sea, Partido Socialista Obrero Español, PSOE, los Socialistas no debemos olvidar y tener muy presente que la escisión deja un poso de rencor y división. Hay que soportarse mutuamente para evitar la guerra de todos contra todos generadora de una inseguridad total por la clara carencia del orden político. Debatamos con respeto para que no haya fracturas ni rupturas de vínculos políticos, de viejas amistades, de lazos fraternales, de sueños y esperanzas compartidos cuando el tiempo de la vida permite aún concebirlos... Reconozcamos colectivamente que hemos cometido errores con el ánimo de no producir amargura y frustración que nos lleve a convertir al que fue ayer compañero en el enemigo hoy a liquidar.
Por tanto, lo relevante debe ser encontrar políticas coherentes que aborden las desigualdades económicas, la migración masiva, los efectos de la globalización, la recuperación de los derechos humanos, del discurso, de las acciones... con la única finalidad de entusiasmar a los demás. Nos tenemos que ilusionar desde dentro para transmitir la esperanza en el cambio, en el progreso, en el hombre nuevo que siempre debe llevar el humanismo socialista.
Laureano Garin Lanaspa. PSOE LAS FUENTES
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